El Rey Ramiro, Rey de Asturias y Galicia (791-850), reconoció la lealtad y valentía de Don Sancho de Tejada concediéndole un Privilegio único que garantizaba los derechos ancestrales de la Casa Cadina, que luego se convirtió en Tejada. Este privilegio aseguraba la igualdad y libertad de hombres y mujeres, quienes serían dueños y señores de sus tierras para siempre. A lo largo de los siglos, todos los Reyes de España y Jefes de Estado han confirmado este privilegio y a día de hoy los descendientes de Don Sancho de Tejada, continúan peregrinando una vez al año a las tierras del viejo Señorío, desde cualquier lugar del mundo, para presentar la documentación que los acredita como tales.